Un buen afilado sí, pero seguro

Paso 1
Coloque la hoja o cuchilla diagonalmente sobre la piedra e inclíne el filo de la hoja 15 - 35 ° hasta alcanzar el nivel del ángulo del filo que tiene de fábrica.

Paso 2
Agarre el mango con firmeza, frote la cuchilla a lo largo de la piedra
bajando desde el mango hacia la punta de la hoja.

Paso 3
Afile los dos lados de la hoja de forma alternativa, hasta alcanzar un filo
consistente.

Paso 1
Primero alise la cara del formón frotándolo de forma circular a lo largo
de toda la piedra, hasta alcanzar un acabado de cara uniforme.

Paso 2

Establezca el ángulo de biselado. Agarre el mango con firmeza y, sin
mover el ángulo, frote la hoja hacia adelante y hacia atrás a lo largo
de toda la piedra aprovechando toda su anchura, aplicando presión
solamente en el movimiento hacia adelante.

Paso 3

Quite las virutas del borde frotando ligeramente la piedra contra el
borde de corte del formón.

Paso 1
Sujete la herramienta en el torno de mesa o agárrelo por el mango.

Paso 2

Aplique la piedra en un ángulo paralelo al biselado del borde.

Paso 3
Frote con la piedra en pequeños movimientos circulares en ambas
caras.

Paso 1

Sitúe el afilador sobre una superficie plana. Coloque el filo del cuchillo
contra la piedra, como muestra el dibujo.

Paso 2

Aplique una ligera presión, mueva el cuchillo hacia delante y hacia atrás en un movimiento de sierra, de modo que el filo del cuchillo se deslice sobre la piedra. Deje que el afilador ruede libremente durante la operación. Repita este movimiento de 10 a 15 veces sobre cada lado del filo.

Paso 3

Para obtener un filo muy fino, después de finalizar el paso 2 aplique dos
o más pasadas suplementarias sobre ambas caras con una presión muy
leve y un movimiento suave.